La mitad del litio del planeta, un mineral usado en autos eléctricos, se halla en el país sudamericano
De la redacción
Si el autotransporte depende hoy del petróleo, la próxima generación de automóviles estará sujeta a otro elemento fundamental, y las reservas mayores no están en costas del Atlántico del Norte, ni en el Golfo de México ni el Pérsico, sino en uno de los países más pobres del mundo: Bolivia.
Casi la mitad del litio del planeta, el mineral requerido para los automóviles híbridos o eléctricos, se halla en la nación sudamericana, reporta The New York Times.
Para trasnacionales y gobiernos que intentan reducir su dependencia petrolera, el futuro podría obligarlos a pasar por Bolivia. Sin embargo, el gobierno de Evo Morales ha mostrado su firme intención de mantener el control del recurso.
De hecho, empresas japonesas –como Mitsubishi y Sumitomo– intentan acuerdos con el gobierno de Morales para explotar el mineral. Pero la negociación muestra a un país con una nueva visión sobre el manejo de sus recursos naturales. “El modelo imperialista de explotación de nuestros recursos nacionales jamás será repetido en Bolivia. Tal vez habrá la posibilidad de que se acepte a extranjeros como socios minoritarios, o mejor, clientes”, afirmó Saúl Villegas, jefe de la división encargada de litio de Comibol, la agencia estatal del sector minero, en entrevista con el Times.
Comibol destinó 6 millones de dólares en una planta para arrancar la industrialización del litio.
Por ahora, las empresas estadunidenses están al margen de todo esto, después de intentos frustrados en este sector durante los años 90.
Agrupaciones indígenas del remoto desierto de sal, donde se concentra el mineral, quieren participar en las decisiones sobre la explotación de esta riqueza. “Sabemos que Bolivia puede convertirse en la Arabia Saudita del litio. Somos pobres, pero no somos tontos. El litio podrá ser de Bolivia, pero también es nuestra propiedad”, declaró Francisco Quisbert, líder de Frutcas, agrupación dedicada a la sal y a la quinua, en entrevista con el Times.
Los cálculos sobre las reservas de litio, realizados por el Sondeo Geológico de Estados Unidos, muestran que 5.4 millones de toneladas del recurso pueden ser extraídas en Bolivia, comparadas con 3 millones en Chile, 1.1 millones en China y sólo 410 mil toneladas en Estados Unidos. Un cálculo es que las fabricantes de autos eléctricos podrían emplear el litio boliviano por décadas.
La demanda también se ha elevado por su empleo en pilas para aparatos electrónicos, como el Blackberry, pero su uso en la industria automotriz representa el mayor potencial.
Fuente: La Jornada [en línea] http://www.jornada.unam.mx/2009/02/03/index.php?section=sociedad&article=040n1soc [Consulta: 3 de febrero de 2009.]
De la redacción
Si el autotransporte depende hoy del petróleo, la próxima generación de automóviles estará sujeta a otro elemento fundamental, y las reservas mayores no están en costas del Atlántico del Norte, ni en el Golfo de México ni el Pérsico, sino en uno de los países más pobres del mundo: Bolivia.
Casi la mitad del litio del planeta, el mineral requerido para los automóviles híbridos o eléctricos, se halla en la nación sudamericana, reporta The New York Times.
Para trasnacionales y gobiernos que intentan reducir su dependencia petrolera, el futuro podría obligarlos a pasar por Bolivia. Sin embargo, el gobierno de Evo Morales ha mostrado su firme intención de mantener el control del recurso.
De hecho, empresas japonesas –como Mitsubishi y Sumitomo– intentan acuerdos con el gobierno de Morales para explotar el mineral. Pero la negociación muestra a un país con una nueva visión sobre el manejo de sus recursos naturales. “El modelo imperialista de explotación de nuestros recursos nacionales jamás será repetido en Bolivia. Tal vez habrá la posibilidad de que se acepte a extranjeros como socios minoritarios, o mejor, clientes”, afirmó Saúl Villegas, jefe de la división encargada de litio de Comibol, la agencia estatal del sector minero, en entrevista con el Times.
Comibol destinó 6 millones de dólares en una planta para arrancar la industrialización del litio.
Por ahora, las empresas estadunidenses están al margen de todo esto, después de intentos frustrados en este sector durante los años 90.
Agrupaciones indígenas del remoto desierto de sal, donde se concentra el mineral, quieren participar en las decisiones sobre la explotación de esta riqueza. “Sabemos que Bolivia puede convertirse en la Arabia Saudita del litio. Somos pobres, pero no somos tontos. El litio podrá ser de Bolivia, pero también es nuestra propiedad”, declaró Francisco Quisbert, líder de Frutcas, agrupación dedicada a la sal y a la quinua, en entrevista con el Times.
Los cálculos sobre las reservas de litio, realizados por el Sondeo Geológico de Estados Unidos, muestran que 5.4 millones de toneladas del recurso pueden ser extraídas en Bolivia, comparadas con 3 millones en Chile, 1.1 millones en China y sólo 410 mil toneladas en Estados Unidos. Un cálculo es que las fabricantes de autos eléctricos podrían emplear el litio boliviano por décadas.
La demanda también se ha elevado por su empleo en pilas para aparatos electrónicos, como el Blackberry, pero su uso en la industria automotriz representa el mayor potencial.
Fuente: La Jornada [en línea] http://www.jornada.unam.mx/2009/02/03/index.php?section=sociedad&article=040n1soc [Consulta: 3 de febrero de 2009.]